¿Divulgar o no divulgar?

En esta vida  constantemente  aprendemos, desaprendemos y aprendemos nuevamente. Aunque, pudiera sonar como un juego de palabras, no lo es, así es la vida, de caprichosa, a veces negra, a veces color rosa, así es la vida jacarandosa diría la letra de una canción acompañada de  esos amaneceres, con nuevos olvidos.
Lo que sí, no puedo olvidar es mi amor por la ciencia, entre otros grandes que tengo. Y así,como me gusta sentirlos y comunicarlos, es que pienso, entre tanto romanticismo, en la divulgación científica.
Los caminos del amor son inesperados, insospechados y la ciencia tiene unos inusitados y necesita de algunos paparazzi que saquen a  la luz pública sus aventuras, sus malos y buenos momentos, sus alianzas y sobre todo, la importancia de su ser.  Sin embargo no es una empresa fácil hacerla llegar al corazón de los individuos que forman las sociedades y lograr que la  incorporen en sus pláticas, en sus mesas, en los lugares más recónditos para hacerla presente como tampoco lo es la labor de un  paparazzi científico ponerla, en primera plana. No, no es fácil, ya que en nuestro parecer, hemos aprendido a vivir y a subsistir sin ese conocimiento, podemos vivir sin saber la existencia del ADN, Philae, Mitocondrias, neutrinos, bosones, PM10, PM2.5, etc.,  y persistimos en darle poder al sentido común para seguir con nuestro día a día. Algunos, alegan que el sentido común es el  más importante y el que se tiene que desarrollar,  sin embargo, es un sentido peligroso sobre todo para resolver problemas formales o generalizaciones cuando la información disponible es limitada, ¿se van dando cuenta del peligro? lo lamentable es que con frecuencia nos lleva a opinar con información dudosa y con  base en esto se van construyendo nuestras sociedades, pensando y resolviendo de acuerdo a las realidades que nos fueron enseñadas y por tanto aprendidas y que tenemos, sin duda alguna,  que desaprender, para aprender de nuevo.

Sí, es verdad, no es fácil quitarse de la piel lo que nos ha penetrado a través del tiempo, la palabra y las experiencias ajenas para aprender de nuevo y menos cuando las ideas científicas son contraintuitivas, nadas cercanas al sentido común y que nos hace ser conscientes de las trampas del mundo natural tornándolo como  desconcertante, ajeno, incomprensible, quizá como pensamos, algunas veces en el amor.

Sin embargo, ése es el reto, tirar  ideas preconcebidas que nada bien le han hecho a la labor científica y a las sociedades que de ella dependen. La ciencia, representa una actividad humana y es parte de nuestra cultura, por lo tanto, debemos hacerla propia ya que nos hace cambiar la percepción de las cosas y de nosotros mismos. Si queremos sociedades responsables, debemos ser sensatos y juiciosos de los conocimientos que adquirimos y de los cuales dependemos y opinamos. Desarrollar y divulgar  la habilidad de pensamiento que ha contribuido a realizar grandes cambios y romper paradigmas es un reto. Quizá sólo así, seamos capaces de ver el mundo que se nos presenta con una nueva visión y seremos personas críticas y reflexivas.
Si queremos cambiar, entonces, hagamos preguntas diferentes y tengamos la valentía de cambiar de piel y aprender de nuevo y todo porque así es la  ciencia como la vida...  de caprichosa....a veces negra, a veces color rosa...

Aquí les dejo el texto grabado por spreaker:
https://www.spreaker.com/user/claudiahuerta/divulgar-o-no-divulgar








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