Ser simple, un caso de éxito

¡Ay las bacterias, tan condenadas y asimismo tan vitales para nosotros! Son extraordinarias, pueden vivir en cualquier lugar de la Tierra, desde lugares fríos, cálidos, así como en ambientes extremos, pueden encontrarse libres en la tierra o en el agua, en el aire y en los seres vivos, por lo tanto, somos  responsables de mantenerlas con vida, darles alojamiento y alimento y  si ustedes mantienen en equilibrio a estas representantes del Reino Monera, se verán favorecidos ya que ellas retribuirán esos cuidados con la salud que tanto apreciamos, sobre todo, cuando no la tenemos.

 ¿Qué tanto saben de esos microorganismos que nos controlan y a los que les pertenecemos? Deberíamos darnos a la tarea de saber, aunque sea un poco más de ellas, algo así como cuando nos gusta un persona, ¿ han sentido esas ganas de averiguar? queremos respuestas ante tantas preguntas que nos surgen -¿qué piensa?, ¿qué come?, ¿qué le gusta?, ¿qué le disgusta? entre otras tantas que su imaginación evoque- con la finalidad de hacerla sentir cómoda y en equilibrio. Es justo entonces, que tengamos el mismo afán en investigar a  nuestras procariontes, es también, una cuestión de justicia y agradecimiento porque, te vaya bien o mal en cuestiones de amor, estés triste, decepcionado o te sientas solo, ellas no te abandonarán, es más, también participan en el primer contacto entre las  diferentes pieles que tocamos llegando  al éxtasis con un beso que no es más que el encuentro entre diferentes microbiomas.

Yo, les daré un poco de información, el hasta dónde  quieran profundizar en su investigación , así como en el amor, dependerá de ustedes.

La palabra bacteria es la forma  plural del latín moderno bacterium que quiere decir "bastoncito" debido al aspecto alargado y recto de las primeras bacterias que se descubrieron. No obstante, las tenemos de diferentes formas, desde filamentos, esferas (cocos), barras (bacilos), sacacorchos (vibrios) y hélices, así como de diferentes tamaños, tenemos por ejemplo, a una de las más grandes conocida Epulopiscium fishelsoni de 200-700 μm de longitud y que vive una relación de poyo mutuo con el pez Acanthurus nigrofuscus, mejor conocido en el mundo de la farándula como cirujano marrón, quien le ha abierto, no precisamente las puertas de su corazón, pero sí de su intestino. Tenemos otras que producen antibióticos como la estreptomicina, tetracilina y la eritomicina, provenientes de ciertas cepas del género Stretomyces, de seguro a la mayoría de ustedes ya se las han recetado. 
Sí, es verdad, estas procariontes también han hecho daño, pero ¿quién no ha tenido un mal amor? y no por eso el corazón se cansa de buscar y las bacterias no tenían que ser la excepción demostrándolo con su permanencia en la Tierra miles y millones de años antes que cualquier mamífero en este planeta, antes que tu y yo, y es por esta razón que debemos respetarlas, ya que estos ancestros nos han enseñado que la simplificación es también, una estrategia exitosa, sobre todo, para aquellos que les gusta complicarse la vida. 
Se trata entonces de ser conscientes de esta simbiosis y hacer de nuestro microbioma un lugar mejor. 
Y ya saben, cuando quieran saber el secreto de la vida, hagan una reflexión sobre su interior  y también con un beso, lo descubrirán.

Aquí les dejo el podcast por si quieren escucharlo 
https://www.spreaker.com/user/claudiahuerta/ser-simple-un-caso-de-exito